A pesar del dolor reciente, el día de después al último compartido con un ser querido, sigue amaneciendo y eso es una interpelación del destino, una invitación a la esperanza desde el recuerdo.
Tal como apunta el libro citado en el enlace, la insistente experiencia cotidiana, llama al regreso a una esperanza más trascendental, que no se base únicamente en el logro de metas concretas o en la satisfacción material sino en la transformación profunda del ser humano y su relación con el mundo. La cosa es tan simple y, al mismo tiempo tan difícil como avanzar hacía (tal vez sublimar) una forma de pensamiento que reconcilie la tensión de los opuestos: éxito y fracaso, progreso y estancamiento y, en última instancia, vida y muerte. La exigencia de un profundo viraje vital hacia una alentadora visión del hombre. Porque hablar de esperanza es hablar de sentido, de horizonte de sentido, de salir de un yo encapsulado a un nosotros compartido; es hablar de futuro.
Con estas líneas no queremos entrar en ningún sendero de autoayuda, coaching emocional, percepción religiosa, ni nada por el estilo. Con todo respeto a los creyentes de cualquier credo, la experiencia acumulada por pensamiento humano desde el Siglo de las Luces hasta el momento, aconseja una mirada realista, incluso agónica en ocasiones, ante el fenómeno de estar vivo que no deja de ser más que una apuesta al vacío sustancial. Desde esa perspectiva, desprovista de cualquier intervención de ningún Dios ajeno, el ser humano busca/encuentra en su prójimo el amparo, la compañía y la colaboración para el afán de cada día. El "otro" es el espejo donde se mira la personalidad.
Pero tampoco queremos que este blog aterriza en el existencialismo o el pensamiento posmoderno. Ocasiones hay para buscar lo que cada lector/a requiere para gestionar su diálogo interior.
El camino hacia "el otro" empieza al lado mismo de nuestros pies y nuestros pies están en Ribagorza. Ahora mismo, en la actualidad de la que los medios de comunicación se hacen escaso eco, se está hablando del 25 Aniversario del Manifiesto de la Dignidad de la Montaña.
De aquel movimiento que partió de la lucha contra el Plan Hidrológico que pretendía convertir lo que después se dio en llamar "Españavaciada" en territorio de sacrificio para el progreso asimétrico del país, surgieron nuevas ideas como la Nueva Cultura del Agua que, con toda seguridad, contribuyeron al planteamiento de un nuevo paradigma en lo económico y en lo vital. Todo ese movimiento, 25 años después merece un repaso, una revisión y una cierta evaluación para valorar colectivamente en qué momento se encuentra ahora mismo nuestra comarca respecto a aquella apuesta por la Dignidad de la Montaña.
Aquí se puede leer y secundar el Manifiesto por la Dignidad de la Montaña 2025.
Además de tratarse de una economía del exceso y los desechos, el consumismo es también, y justamente por esa razón, una economía del engaño. Apuesta a la irracionalidad de los consumidores, y no a sus decisiones bien informadas tomadas en frío; apuesta a despertar la emoción consumista, y no a cultivar la razón.
Zygmunt Bauman
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