jueves, 31 de julio de 2025

PYRENEES ADVENTURE

Traemos a este blog la última entrada realizada en https://laribagorzana21.blogspot.com/ por nuestro vecino y amigo José Luis Cortés

A vueltas con la insoportable sostenibilidad del turismo. Una aportación desde Aler.

Ironía horizontal. Pilar Iturralde 2025

Parece que avanza la "loable" pretensión de convertir toda la naturaleza pirenaica en un gran parque temático de aventuras y experiencias. Así, en inglés, que suena más guay.

Añado la palabra clave que haría demasiado larga la marca: SOSTENIBLE. Ya casi lo hemos conseguido. De paso, a ver si se logra que el aeropuerto de Huesca-Pirineos, también el de Lleida-Pirineus (WTF?!) sirvan para algo más que decorar el paisaje.

Lástima que no puedan circular cruceros por el Ebro. Las numerosas pistas de esquí, cada vez mayores y más unidas, se verán nutridas por estupendos sistemas de producción de nieve. Ríos y barrancos sin rafting y barranquismo apenas quedan. Bien.

El congosto de Montrebei es mucho mejor ahora, con sus barcos, sus pasarelas y sus puentes colgantes. La tirolina de Fiscal es un complemento esencial para la mejora del entorno. El telesilla o telecabina o lo que sea de Benasque a Cerler va a ser un ejemplo de respeto al medio ambiente, lo está siendo ya en su construcción. Ahora, solo falta que tire adelante el proyecto de campo de golf de Benasque. Sostenible e integrado en el entorno, por supuesto. Como el tobogán de Panticosa, el mayor de Europa, dicen.

¿Cómo no se nos había ocurrido antes? Declarado de interés general, para que no queden dudas del pelotazo. Miradores artificiales todavía hay pocos, pero todo se andará.

La secuencia de acontecimientos es la siguiente: se “descubre” un paraje hermoso y casi prístino, se promociona de modo que todo el mundo lo conozca y vaya a hacerse la foto, los influencers sus selfies, y entonces solo queda añadir algún artefacto sostenible, integrado en el paisaje, claro está, y de interés general, para mejorar el asunto. Porque la naturaleza por sí sola es limitadita, hemos de ponerle la guinda, más bien la sandía, al pastel. Sin embargo, a veces el pastel está demasiado lejos de donde llegan las carreteras. No hay problema, se meten las máquinas, se asfalta lo que haga falta y se hace accesible a todos. Así se democratiza, por supuesto. Es lo que reclaman ahora, contrariados, los de las empresas de barcas de Montrebei. “Es que está la pista fatal, y hay lugares a donde solo se puede llegar andando”, decía hace poco un empresario. Eso no puede ser, hay que llegar, lo más rápido posible, a todas partes. Sosteniblemente, por supuesto.

Y una vez se llega, hay que poder acampar, y correr tras las vacas, y bañarse, en el río, en las Gradas de Soaso o en los ibones de Anayet. Vi el otro día en Instagram una foto donde las tiendas no dejaban ver el paisaje, y alguien se quejaba. Y es que hay gente que se queja de todo. Menos mal que los comentarios se lo dejaban claro: “¡a ver si no vamos a poder acampar donde nos dé la gana!”, contestaba algún amante de la naturaleza. Porque, quién es usted para decirme a mi si me puedo o no bañar donde me plazca. ¿Quién es usted para decirme cuántas copas me puedo tomar antes de conducir?

Por cierto, que se echa en falta en estos lugares algún que otro chiringuito donde tomarse unas cervezas y unas tapas. Sosteniblemente, claro. Porque, parafraseando a una doctora honoris causa cuyo nombre no recuerdo, “¿qué pasa?, somos callejeros/montañeros, nos gustan las cañitas”.

"Valle de Estós. Foto @dancs_wild"

Para ilustrar a la población, la mayoría de los medios de comunicación se hace eco de todas esas mejoras, sin recabar otras opiniones, sin cuestionar ni por asomo, faltaría más, las riquezas que tales iniciativas aportan al PIB. Oportunidades de negocio, empleo, crecimiento económico. ¡Es la economía, estúpido! Riquezas que lo son más porque llevan aparejadas la sostenibilidad y el respeto al entorno. No en vano, el consejero de Medioambiente lo es también de Turismo. Toda una declaración de buenas intenciones. Pero siempre ha de haber quien dé la nota discordante. Hay gente, no mucha afortunadamente, que se opone a este progreso. Retrógrados que opinan que la naturaleza hay que dejarla como está. Eso de que haya especies protegidas está muy bien, pero para algo están los parques faunísticos, donde los animales están tan ricamente y podemos verlos de cerca. Hasta hacernos un selfie con alguno. Y en cuanto a los vegetales, es fácil ver cómo crecen solas por todas partes, así que no ha de haber problema por cuatro árboles, cinco matojos o seis plantitas más o menos.

La economía impregnada de neoliberalismo solo puede traer beneficios. Me viene a la memoria, salvando las distancias, esa urbanización de recreo, con resorts y, supongo, campos de golf, que se planea construir en Gaza, ese lugar miserable y ruinoso. ¿Eso también será una mejora sostenible?

José Luis Cortés, biólogo

@jlturdus

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