viernes, 21 de noviembre de 2025

MINAS DE ESTOPANYÀ Y BENABARRE

Entre la niebla. Pilar Iturralde. 2019

Tal como han publicado los medios de comunicación, el Gobierno de Aragón está tramitando permiso para sondear, durante los próximos tres años, una superficie de 700 hectáreas de monte en los términos municipales de Benabarre y Estopanyà del Castell para buscar manganeso, un mineral que se utiliza como materia prima en procesos como la construcción de baterías eléctricas,  las aleaciones de acero o como pigmento en distintos procesos industriales.  

Esta zona en particular y la Ribagorza en su conjunto tienen una larga  historia en la explotación de sus recursos minerales. En la actualidad hay dos canteras en funcionamiento cuyos materiales forman parte del trazado del AVE por toda España. La reciente historia del siglo XX, recuerda que las minas de Estopanyà estuvieron en actividad de 1917 a 1922 aprovechando los elevados precios que alcanzó el manganeso en la Primera Guerra Mundial. En aquel momento se alcanzaron los 52 metros de profundidad en cinco niveles de explotación.

Volvieron a estar activas entre 1936 y 1939, llegándose a los 70 metros de profundidad. En 1942, el Consejo Ordenador de Minerales Especiales de Interés Militar intento poner la mina de nuevo en actividad para satisfacer la demanda de la Alemania nazi. Llegado 1960 el espacio pasó a la Empresa Nacional Adaro, que realizo una campaña de investigación, concluyendo el que el mineral estaba prácticamente agotado (ADARO, 1994). Las concesiones caducaron en la década de los 1960. 

Sorprende que habiéndose dado por agotado hace tiempo este yacimiento se vuelva a hablar de nuevas concesiones. Este proceso administrativo pudiera deberse a lo que se ha dado en llamar "minería junior" y, que tal como ya pudimos ver en la reentrada del pozo de Centenera (Carlota) en la zona de Graus, se trate de una actuación meramente administrativa que prospecta las posibles ubicaciones minerales para, llegado el caso, vender la tramitación realizada a empresas capacitadas para su explotación. 

A este respecto es oportuno conocer que la normativa minera se mantiene invariable desde el tardo-franquismo y que de acuerdo a ello la concesión de permiso de investigación su titular estará facultado, una vez demostrada la posibilidad de explotación mineral, para solicitar la concesión de explotación sobre la totalidad o parte del terreno comprendido dentro de su perímetro, sin más información pública. 

La geología del Montsec ha proporcionado la aerinita, el enigma azul del Pirineo utilizada en el pantocrátor de  San Climent de Tahüll. En otras zonas más o menos próximas ha habido aprovechamientos, ya abandonados, de plomo, hierro, níquel, cobre, espato flúor o de carbón en Caixigar, Fet o Motfalcó. 

Ya hace tiempo que parece haberse abierto la veda de la caza de concesiones mineras. Al margen de que que su explotación llegue a ser real, detentar el derecho a la explotación de recursos estratégicos es un activo económico y, como tal activo, susceptible de mercadeo y especulación. Por eso no es de extrañar los expedientes que se están abriendo en todo Aragón y que habría que analizar con mucha cautela. Tan malo puede ser el entreguismo al optimismo ante una fuente de actividad económica y por tanto de puestos de trabajo, como la negación a ultranza de cualquier cambio en la cotidianidad.

No es buena noticia la falta de información y de planificación de que hacen gala las administraciones públicas que, tal como se esta comprobando en el caso de las energías renovables y sus industrias derivadas, parecen tender una alfombra roja a inversores nacionales y foranos con el peligro de convertir a Aragón en territorio de sacrificio. Por eso es vital conocer, preguntar y razonar desde el cerebro huyendo de cualquier visceralidad simplona a la que tan afines se muestra una parte importante del vecindario de este planeta. 

Con esa intención traemos aquí el trabajo de la Plataforma per la Conservació Ambiental i del Patrimoni d’Estopanya que ha resumido las características de esta solicitud a la que se podrá alegar hasta el próximo día 6 de diciembre.

Este colectivo ha emitido un manifiesto que se puede descargar AQUÍ que resume muy bien su voluntad de oposición a este trámite. Exigen la paralización de este proyecto de investigación para proteger su territorio ante el peligro de este extractivismo ultra liberal que ahora, como siempre, no sabe más que de beneficio cortoplacista. Termina el Manifiesto y apoyamos decididamente desde este blog, apostando por un desarrollo que promueva la convivencia, la protección del paisaje y la biodiversidad y el bienestar de vecinas y vecinos, sin sacrificar la calidad de vida ni los valores naturales que hacen único a nuestro pueblo. 

 

 




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